El viernes leímos en cuento "TENGO UN VOLCÁN". Alba no lo sabía, pero tiene un volcán en su interior, más o menos entre el ombligo y las costillas. A veces, el volcán se enciende y explota. Entonces el fuego lo quema todo y Alba sufre y se asusta, todo a la vez. Pero una noche una pequeña hada le explica qué puede hacer cuando se enfada, un truco que la llevará a descubrir sensaciones inesperadas.
Este cuento trata de enseñarnos a detectar ese fuego que nos sube desde el estómago, sabiendo que tenemos un recurso poderosísimo para controlar y canalizar esa rabia: la respiración.
Tomar distancia, respirar, darnos cuenta que estamos perdiendo el control… y recuperarlo.
Nos pusimos manos a la obra y construimos nuestro propio volcán dentro de una bolsita de plástico.

